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Proyecto ARTcade

Una de las cosas más enriquecedoras del trabajo por proyectos es, además de que sean interdisciplinares, que sean interetapas. De ese modo, no solo se crean sinergias entre los contenidos de diferentes disciplinas educativas, sino que también se estrechan los lazos de colaboración entre alumnado de diversas etapas y edades.

Al hacer las cosas de este modo, el proyecto se estructura en varias fases y, en cada una de ellas, participa el alumnado de una etapa diferente. Cada fase termina con un producto terminado que se pasa al siguiente grupo de alumnos, que interviene para obtener un nuevo producto que, de nuevo, pasará a l siguiente grupo de alumnos. Cada grupo aporta al producto un desarrollo de acuerdo al perfil académico (o profesional, en el caso de Formación Profesional) que estén cursando. De este modo el proceso se puede alargar, pero el producto final tiene un grado de elaboración mucho más complejo e interesante.

En la entrada de hoy, voy a compartir un proyecto en el que he colaborado recientemente en el que han trabajado de manera interdisciplinar e interetapa alumnado de la ESO, Bachillerato y Formación Profesional. Se trata de la elaboración de una máquina recreativa estilo «Arcade» 100% artesana.

Pero, empecemos por el principio, ¿qué es esto de una máquina arcade?

Las (míticas) máquinas recreativas

El término «arcade» tiene su origen en la palabra inglesa, que se refiere a una galería o pasaje cubierto con arcos, a menudo lleno de tiendas y lugares de entretenimiento. Como un centro comercial. A lo largo del tiempo, estas galerías se convirtieron en lugares populares donde la gente podía encontrar todo tipo de actividades de ocio y entretenimiento, incluyendo las primeras máquinas recreativas.

En el contexto de los videojuegos, «arcade» comenzó a asociarse con estas máquinas de videojuegos a las que se podía jugar introduciendo monedas. Debido a esta asociación, el término «arcade» empezó a utilizarse para referirse a las máquinas de videojuegos en sí mismas, y eventualmente, a los lugares dedicados exclusivamente a estas máquinas.

Aunque esta última acepción no se adoptaría en España, siendo más habitual el uso del término «Salón recreativo» para referirse a esos negocios que proliferaron a principios de los 90 y en los que se podrían encontrar muchos de estos «arcades», al nada despreciable precio de 25 pesetas por partida (unos 20 céntimos al cambio). Estos locales fueron lugares de iniciación al mundo de los videojuegos antes de que las consolas domésticas y los ordenadores personales les robasen el protagonismo en lo que al consumo de videojuegos se refiere.

A nivel técnico, estas máquinas recreativas solían estar formadas por una pantalla de tubo, mando de palanca y botonera (para dos, cuatro, o incluso más jugadores) y una placa base que incluía un juego precargado en una memoria de solo lectura (ROM). Todo ello iba encastrado dentro de una cabina decorada con la temática del videojuego. Algunas de esas cabinas eran verdaderas obras de arte.

Pero no me quiero enrollar mucho más con esto. Si te interesa el mundillo de los arcades vintage originales, no puedes dejar de visitar el Museo Arcade Vintage de IBI.

El Museo Arcade de Ibi te permite viajar al pasado

Emulando un mundo

No, la cosa no va de reconstruir una máquina arcade vintage auténtica, como hacen en Ibi (eso sería genial también), sino que el enfoque es algo diferente.

En los últimos años se ha puesto muy de moda la construcción de recreaciones de estas máquinas que, utilizando componentes económicos (Raspberry Pi) o reciclados, y distribuciones preparadas para la emulación, pueden hacer las delicias de los nostálgicos a un precio asequible. De hecho, hay quien se dedica a esto profesionalmente.

En este caso, no se construye la placa del juego original, sino una placa genérica que ejecuta un sistema operativo con unos programas capaces de emular la circuitería de las máquinas arcade. Esos programas se llaman emuladores y los podemos encontrar para, prácticamente, cualquier máquina clásica.

Estos emuladores permiten reproducir (emular) los juegos de etas máquinas en ordenadores modernos de una manera bastante fidedigna.

Además, existen en la actualidad distribuciones GNU/Linux que ya llevan preinstalados todos los emuladores imaginables y que, además, incorporan una interfaz gráfica amigable para navegar con un joystick a través de todos los sistemas.

Es en este contexto donde arranca nuestro proyecto, pues lo que se pretende es construir una máquina recreativa completamente funcional de forma artesanal con el alumnado.

ART de ARTesano

El primer paso, por tanto, era construir el mueble en el que se iban a ubicar los elementos. En este caso, participa el Departamento de Tecnología que, con el alumnado de 4ªESO, trabaja en el corte y encolado de las diferentes piezas.

En este caso, cabe diferenciar entre os tipos más habituales de muebles:

  • Cabina Clásica (Upright Cabinet): Estas son las máquinas arcade más tradicionales y reconocibles. Suelen tener una altura de alrededor de 1.70 a 2 metros y una base de aproximadamente 60-80 cm de ancho y 60-80 cm de profundidad.
  • Mini Arcade: Son versiones más pequeñas y compactas de las cabinas clásicas. Su altura puede variar, pero típicamente son menos de un metro de alto.
  • Bartop Arcade: Diseñadas para colocarse sobre una mesa o una barra. También existe la versión de pared, menos profunda.

Para la primera versión, se optó por el bartop, al ser más ligero y compacto (el espacio que ocupan las cosas suele ser crítico en los centros educativos).

Por tanto, en esta fase lo que se necesitaba era lo siguiente:

  • Planos de un bartop (obtenidos de internet)
  • Planchas de madera (se hizo con madera conglomerada que se tenía)
  • Un monitor LED viejo (el único requisito era que se encendiese solo al recibir electricidad, para no tener que dar acceso al botón)
  • Unos altavoces (se tenían en el almacén de tecnología)
  • Y se adquirieron dos juegos de palanca y botones de arcade.

Con esto, el alumnado se puso manos a la obra y en un par de semanas, ya tenía terminada su parte: un mueble de bartop de madera conglomerada con pantalla, altavoces y mandos.

Construyendo el mueble alderredor de la pantalla

Pese a que existen diseños descargables de internet para máquinas de corte láser, la preparación y ensamblado de las piezas se hizo de manera artesanal, cortando, midiendo, clavando y encolando. De ese modo, se han puesto en valor las diferentes destrezas necesarias para construir un mueble con una finalidad específica, de acuerdo a unos requisitos marcados por las piezas que en él se han de encajar.

Ya tenemos el primer producto intermedio terminado. Pasemos a la siguiente fase.

Producto intermedio #1
Detalle de la botonera

ART de ARTístico

Además de los propios juegos, una de las cosas que más admiración genera en el mundillo retro son los diseños de las cabina. Y ese era el siguiente paso. En este caso, el proyecto pasa a manos del profesorado del Departamento de Artes del centro, y a la asignatura optativa de Dibujo Artístico de 1º de Bachillerato.

En este caso, pese a estar la opción del diseño vectorial y posterior impresión digital de vinilos, que es el método más habitual en la personalización de réplicas de recreativas, y que entraba en el currículum de la asignatura, se optó por el dibujo libre, pues se pensó que sería una experiencia mucho más enriquecedora si se trata de trasladar de forma manual a una superficie determinada un diseño previo.

Una vez involucrados en el proyecto, se le propone al alumnado que elabore diferentes diseños para decorar los dos lados del bartop. Se les pide un diseño que tenga que ver con la temática (videjuegos antiguos) i en el que aparezca el nombre del centro. El resultado es abrumador, por cantidad y calidad pero, lamentablemente, solo se pueden hacer dos, por lo que el alumnado vota sus candidatos y son los que pasan a la fase de producción.

Así que todo el grupo se pone manos a la obra para trasladar los diseños seleccionados a los laterales del mueble.

Un lienzo excepcional
Pixel art

El resultado, es una obra de arte en formato de sobremesa.

Y con este nuevo producto intermedio finalizado, pasamos a la siguiente fase.

Producto intermedio #2

ART como en libeRTAd

Bueno vale, es un poco rebuscado, pero creo que también es interesante subrayar el componente de software libre que sustenta el proyecto. Os cuento:

Cuando el proyecto llega al Departamento de Informática, es el alumnado de 2º de FP Básica de Informática el que aplica los conocimientos adquiridos a lo largo del título para darle vida a la máquina. Y siguiendo con el símil, como si de un monstruo de Frankenstein se tratase, seleccionan piezas de desguace de ordenadores antiguos y/o estropeados para construir un ordenador dentro de la cabina.

Para ello, reciclan:

  • Una placa base
  • Un procesador
  • Un módulo de memoria RAM
  • Un disco duro
  • Una fuente de alimentación

Uno de los requisitos del proyecto era que al darle el botón de encendido se pusiera todo en marcha, que no fuese necesario ir encendiendo cada parte por separado (pantalla, altavoces, ordenador), Así que, como la pantalla ya está preparada para que se encienda sola, lo que se hace es alimentar los altavoces a través de los USB de la placa base y se configura la placa base, desde el menú de la BIOS, para que se encienda automáticamente cuando la fuente de alimentación se conecte.

Detalle de las conexiones

Así que pantalla y fuente de alimentación (encendida) se enchufan a una regleta con botón en el interior de la caja. Al encender la regleta, se pone en marcha todo automáticamente.

El siguiente paso es instalar un sistema operativo y aquí es donde entra el software libre (al menos parcialmente, ya que muchos emuladores no lo son), pues se instala una distribución de GNU/Linux orientada a la emulación llamada Batocera. Esta distribución contiene lo básico para poner en marcha un sistema de emulación con todos los emuladores imaginables.

El alumnado conecta las palancas y botones a los USB y los configura para que sean utilizables desde los diferentes emuladores.

Producto intermedio #3

Con esto, ya tenemos una máquina recreativa, elaborada de forma artística y artesanal y completamente funcional gracias al software libre.

¿La probamos?

El problema con los juegos

El paso final es cargar juegos en Batocera y probarlos. El problema es que prácticamente todos los juegos de máquinas recreativas o consolas antiguas están sujetos a restricciones de propiedad intelectual y copyright, y claro, no se pueden utilizar alegremente sin el permiso de sus creadores o de las compañías que, en la actualidad, posean esos derechos.

Por suerte, en la web de MAME (Multi Arcade Machine Emulator), un conocido emulador de máquinas recreativas clásicas, nos permiten descargar algunos juegos para los que los autores sí han dado permiso para su uso de forma no comercial. ¡Menos mal!

Tras echar un vistazo al listado, comprobamos que aunque ninguno es especialmente conocido, sirven para la prueba. Se elige un llamado Roby Roto, sobre un minero que ha de rescatar a sus compañeros atrapados. Es una especie de PacMan mezclado con el Boulder Dash.

Así que, para hacer la puesta de largo, durante la jornada de puertas abiertas del centro, se prepara el juego en la máquina (Batocera tiene una opción para forzar el arranque automático de un juego determinado) y se elabora un cartel explicativo del juego, para acompañar a la máquina:

Puede que no podamos jugar a juegos clásiscos como Pac-man, Space Invadres o Pang!, pero existen una gran cantidad de juegos que todavía hoy los entusiastas siguen sacando para los diferentes sistemas clásicos, algunos de ellos ya están incluidos en la instalación de Batocera, otros más se pueden encontrar en este enlace o en este otro.

Pero, ¿y si el alumnado del centro también elaborase los juegos?

ART como en scRATch

De nuevo, el título de la sección pillado con pinzas, pero me sirve para ilustrar este último giro del proyecto que permite cerrar completamente el círculo. Porque al fin y al cabo, SCRATCH es un entorno de iniciación a la programación que está presente en el currículum de la optativa de Tecnologia y digitalización de 2º de la ESO. ¿Y que acaban haciendo el alumnado de 2º de la ESO con SCRATH? Pues, efectivamente, un juego.

Así que si consiguiésemos que esos juegos pudiesen ser ejecutados por nuestra recreativa, tendríamos un potente elemento motivador para fomentar la creatividad y el ingenio a la hora de diseñar un juego con SCRATCH por parte del alumnado. Al fin y al cabo, sus compañeros y compañeras lo van a poder jugar en una máquina recreativa.

Y aquí es donde, de nuevo en el dominio del Departamento de Informática, el proyecto llega a manos del alumnado de 1º del Grado Medio de Sistemas Microinformáticos y Redes, para hacer las configuraciones necesarias para que esto sea posible.

Lo cierto es que Batocera no tiene emulación de SCRATCH, pero con unos pocos conocimientos de GNU/Linux (como los que tiene el alumnado de SMR), se puede conseguir ejecutar los juegos elaborados por el alumnado en esta plataforma como si de un juego más se tratase, y de manera offline.

Para ello, lo primero que hay que hacer es entender un poco la estructura de directorios de Batocera. En el sistema operativo se dedica una carpeta para contener los juegos (roms) de cada máquina emulada. Por ejemplo, la rom de Robby Roto de MAME, se guardaria en la ruta /userdata/roms/mame. Al hacerlo, el sistema detectará la rom de Robby Roto y la listará en el menú de MAME para que la podamos lanzar.

Además de todas las carpetas para todos los sistemas, existe una carpeta llamada ports en la que se almacenan aquellos juegos que no sean emulados, sino que sean nativos del propio sistema GNU/Linux. Así, además de emular, Batocera permite ejecutar juegos de Linux.

El contenido de esta carpeta ports no es la rom de un juego, sino el script de arranque del mismo (un archivo con extensión .sh que contiene las instrucciones que pondríamos en un terminal Linux para ejecutar el juego). Por tanto, en el menú ports de Batocera, aparecerá una entrada por cada archivo .sh que pongamos en la carpeta /userdata/roms/ports y al seleccionarlo, se ejecutarán los contenidos de dicho fichero.

Hasta ahora seguimos sin tener un método nativo para ejecutar un juego SCRATCH. Los juegos SCRATCH, normalmente, se juegan en línea y se puede acceder a ellos desde el repositorio online de la plataforma. Además, existe una herramienta para poder editar y jugar a los juegos de forma offline, pero, lamentablemente no está disponible para Linux. Parece que estamos en un callejón sin salida.

Internet al rescate

De nuevo, Internet al rescate. Buscando un poco podemos localizar una página que permite descargar los juegos SCRATCH en formato HTML, como si fuera una página web completamente autocontenida, lo que nos permite ejecutarlos en cualquier navegador, incluso de manera offline. Se trata del TurboWarp packager:

https://packager.turbowarp.org/

Basta con poner la URL del juego o proyecto SCRATCH a descargar en el formulario y seguir los pasos.

En el paso siguiente, seleccionamos algunas opciones y personalizar el comportamiento que tendrá el juego al ejecutarlo desde el archivo descargado. Como se quiere ejecutar como si de un juego de recreativa se tratase, recomiendo marcar las siguientes opciones:

  • Empezar proyecto automáticamente en vez de mostrar una bandera verde grande
  • Sin puntero del ratón
  • Soporte para mandos/controles USB o Bluetooth

Ni que decir tiene que, puesto que el modo de juego será con palanca de mando y botones, será necesario que el alumnado diseñe juegos que usen esta interfaz, en lugar de ratón u otros controles que no no estarán disponibles en nuestra recreativa.

Seleccionamos como modo de exportación HTML y pulsamos empacar.

Con esto ya tenemos el juego en cuestión en un archivo autocontenido que podemos ejecutar en cualquier navegador, incluso de manera offline. Ahora solo nos falta que ese navegador esté disponible en Batocera y que se pueda lanzar como si se tratase de un juego más.

Instalando software de Linux en Batocera

Aunque en principio , no hay ningún navegador web instalado en Batocera (normal, no tiene mucho sentido en un entorno para emular videojuegos), hay forma de hacerlo. En concreto, se puede instalar fácilmente el Firefox. Para ello, usaremos el instalador de paquetes Flatpak que hay disponible en el navegador de archivos (se accede con F1 desde el menú principal). En la sección Applications, seleccionamos Flatpak config.

El instalador de flatpak nos permite instalar aplicaciones nativas de Linux

Flatpak es un sistema para la distribución de aplicaciones que permite la instalación y gestión de software de manera independiente a la distro de Linux usada. Los paquetes Flatpak incluyen todas las dependencias necesarias para su ejecución, lo que evita problemas y los hace independientes del resto de aplicaciones del sistema, aunque a costa de ocupar más espacio en disco.

Evidentemente en este punto de la instalación, necesitamos dos cosas:

  • Que la máquina tenga conectado un teclado y un ratón (a la hora de constuirla, es conveniente dejar un par de puertos USB accesible para estas gestiones)
  • Que la máquina esté conectada a Internet (sólo para instalar Firefox)

Desde la aplicacion Flatpak config, buscamos e instalamos Firefox.

Firefox instalado

Una vez instalado, Firefox aparecerá como un juego más en la sección Ports.

Con la ayuda de un USB copiamos el archivo descargado de Turbo Warp (archivo HTML) a la carpeta /userdata/roms/ports. para simplificar, hemos renombrado el archivo a scratch.html.

Todo preparado para lanzar nuestro juego desde el navegador integrado.

Se recomienda encarecidamente diseñar el chasis para que tenga un acceso sencillo para enchufar y desenchufar USB

Pero si hacemos la prueba de abrir el navegador y tratar de seleccionar la página html local, descubriremos que una tarea tan aparentemente sencilla, esconde una dificultad: al instalar Firefox desde Flatpak éste no tiene acceso, por motivos de seguridad, a los archivos locales.

Las aplicaciones Flatpak se ejecutan en un entorno aislado (sandbox), lo que mejora la seguridad, pero este aislamiento limita el acceso de la aplicación al sistema operativo y a otros archivos.

No pasa nada, esto tiene solución, pero hay que explorar algunas opciones un poco más avanzadas.

Para empezar, vamos a permitir al paquete Flatpak del Firefox acceder al sistema de archivos local. Para ello, entraremos al terminal desde la aplicación xterm:

Batocera, por supuesto, tiene CLI

Y escribimos lo siguiente:

flatpak override org.mozilla.firefox --filesystem=host

Con este comando, configuramos el paquete para acceder a ficheros locales, con lo que ya podríamos abrir el archivo HTML que hemos copiado.

Pinceladas finales

Los detalles son importantes. Y el hecho de que la máquina ejecute automáticamente el juego de Scratch de forma automática al encender puede conseguir un efecto más realista.

Para ello, crearemos un archivo .sh en la carpeta /userdata/roms/ports con un comando que lance el Firefox directamente con nuestro juego scratch y en modo kiosko (pantalla completa, sin barra de navegación y que, por tanto, no se pueda cambiar de página). El contenido del archivo será un lanzador como este:

#!/bin/bash
flatpak run org.mozilla.firefox /userdata/roms/ports/scratch.html --kiosk

Ahora ya podemos abrir directamente nuestro juego desde el menú Ports de la interfaz de navegación entre los emuladores de Batocera:

Recuerda que para que detecte nuevos juegos hay que seleccionar la opción desde el menú principal (GAME SETTINGS > UPDATE GAME LIST)

Pero si lanzamos el juego, detectaremos que no funciona con el joystick y los botones, sino con el teclado. Para poder usar los mandos de la recreativa, tendremos que hacer una configuración específica para el juego. Dejando el botón de selección apretado sobre el juego, aparece el menú contextual.

Esta opción es la que buscamos

La opción «EDIT PAADTOKEY PROFILE» nos permite mepear el joystick y la botonera de nuestro arcade a las teclas del teclado y botones del ratón que queramos.

Simplemente, hay que seleccionar a qué tecla o botón del ratón corresponde cada botón de nuestra máquina

También puede ser interesante mapear el movimiento del ratón a la seunda palanca, por si hay que apretar algún botón con el ratón.

Por si acaso, la palanca de la derecha moverá el ratón

Le damos a salvar y ya lo tendríamos. Batocera crea un fichero de configuración, por lo que no es necesario hacer esta configuración más veces.

Eso sí, te recomiendo que siempre que copies un juego SCRATCH lo renombres a scratch.html y sobrescribas el anterior, de ese modo no tendrás que repetir esta configuración cada vez.

Cuando ya esté todo funcionando correctamente, seleccionamos desde el menú contextual del juego (dejar presionado el botón de selección sobre el juego) y en ADVANCED GAME OPTIONS activamos la última opción:

Que es esta

Conclusiones

Al final del camino se ha construido máquina recreativa completamente funcional en un chasis único, construido artesanalmente, artísticamente decorado y técnicamente configurado por el alumnado del centro. Además, cabe la posibilidad de que los juegos disponibles también sean elaborados por el mismo alumnado, cerrando así completamente el círculo.

El proceso ha sido largo y complejo, ya que ha involucrado a alumnado de diversas etapas y a profesorado de diversos departamentos didácticos o familias profesionales. Pero ahí está la magia de los proyectos interdisciplinares y, como podéis ver, los resultados pueden ser espectaculares.

La principal dificultad ha radicado en la temporalización, ya que cuesta cuadrar la realización del proyecto con el momento adecuado de los contenidos en todos los grupos. Esto ha dado pie a que la construcción se haya dilatado durante todo un curso académico. Por tanto, la máquina se presentó «en sociedad» en la jornada de puertas abiertas del centro del curso siguiente. La investigación sobre la ejecución de SCRATCH se realizó a finales del curso siguiente.

Con todo, el alumnado ha podido desarrollar competencias técnicas y artísticas mientras participaba en esta iniciativa, de una manera emocionante y motivadora. Y ahora el centro dispone de una máquina recreativa para jugar a juegos de producción propia o de dominio público. Y es que lo retro nunca pasa de moda. Y ahora quizá lo tengamos que celebrar con una visita extraescolar al Museo del Arcade de Ibi.

Producto finalizado

Creando un digital signage con software libre

Cada vez es más frecuente encontrar con un sistema de digital signage (letreros digitales) en las salas de espera de diferentes espacios públicos, en los que en una pantalla se va mostrando en bucle avisos, vídeos y otra información corporativa (y sí, a veces también publicidad). Aunque esta pantalla ha de disputar la atención a las pantallas de los teléfonos móviles, lo cierto es que sigue logrando captar la mirada de las personas que pasan frente a ellas, lo que los convierte en una herramienta muy interesante para promocionar información interna de una organización.

Es por ello que, en el centro educativo en el que trabajo, se decidió instalar cerca del mostrador de atención de secretaria una pantalla con información del centro. Esta ubicación, además de ser donde esperan las personas para ser atendidas, es una zona de paso del personal y alumnado del centro, con lo que la información mostrada está al alcance de toda la comunidad educativa.

Son muchas las empresas que ofrecen soluciones integrales de digital signage, y también soluciones escalables en las que se puede acceder a un sistema básico y, después, mediante un pago o suscripción, ampliar las prestaciones.

Sin embargo, estas soluciones tienen un importante inconveniente: en todas, de una forma u otra, la información a mostrar en la pantalla ha de ser almacenada en un servidor externo, lo que supone un problema desde el punto de vista de la protección de datos.

Así que, en lugar de usar esas soluciones, se ha tenido que plantear otras aproximaciones que, como veremos, en última instancia han requerido del uso software Libre para encontrar una solución adaptable y económica (gratis).

Pero empecemos por el principio: tras adquirir la SMART TV y montarla en la pared de la zona descrita anteriormente ¿Cómo implementamos el digital signage? Veamos como ha evolucionado la solución.

Primeras soluciones

La primera solución, partía de una premisa muy simple: las SMART TV actuales pueden reproducir vídeos desde un USB enchufado a los conectores traseros (cuidado, algunas teles de última generación ya no llevan reproductor de vídeo por cuestión del licencias). Por tanto, se copian los vídeos a mostrar en un USB, se conecta a la TV, se le da a reproducir en bucle y listo.

El problema es que cada vez que se ha de añadir un nuevo vídeo, hay que ir a la TV a cambiar el USB, lo que puede ser un poco incómodo, sobretodo si la TV está en alto y hay que usar una escalera. Además, es necesario convertir todos los avisos y mensajes en vídeos, por lo que hay que tener a mano un editor de vídeo para ir generando los carteles, lo que hace bastante ineficiente el sistema, sobretodo si los mensajes se actualizan con frecuencia.

Para solucionar el problema del cambio de USB, se creó un servidor DLNA con software libre (miniDLNA) en un ordenador conectado a la red del centro y se compartió el acceso a la carpeta de los contenidos. De ese modo, se podían actualizar los vídeos sin necesidad de coger la escalera. Así, la SMART TV detectaba el servidor DLNA con los vídeos y podía reproducirlos remotamente. Sin embargo, la reproducción en bucle de vídeos por DLNA que tenía este modelo de SMART TV en particular no funcionaba correctamente y había que estar reiniciándolo un par de veces al día, lo que también resultaba incómodo.

WordPress, como no

Llegados a este punto y tras descartar multitud de aplicaciones de digital signage por usar servidores externos para los contenidos, descubrí Foyer, un plugin de WordPress que convierte un blog en un sistema de digital signage.

Foyer: Solucion de digital signage libre y gratuita

Para los que no lo conozcáis, WordPress es un sistema de gestión de contenidos web de código abierto. En origen es una herramienta para crear blogs, pero su versatilidad es tal que, hoy en día, gracias a los plugins, puede utilizarse casi para cualquier tipo de aplicación web.

Así que lo único que hacía falta era una instalación de WordPress para implementar esta solución. Se hizo la instalación en un servidor de la red local y en ella instalé el plugin. Una vez terminado el proceso, tan solo hay que acceder a la URL del blog para acceder a los contenidos de la pantalla, que irán alternándose en bucle con una animación. Básicamente se está haciendo lo mismo que otras soluciones, pero usando un servidor local, sin salir de la red del centro.

Ejemplo de un digital signage creado con Foyer.

Para ver Foyer en funcionamiento en vivo y en directo, basta con acceder a este enlace.

El uso de Foyer es sencillo: una vez instalado y activado en WordPress, aparece un nuevo menú desde el que podemos gestionar tres elementos:

  • Slides: Aquí se crean las diferentes diapositivas que se pueden mostrar. Las diapositivas pueden tener texto y una imagen o vídeo de fondo (el vídeo, incluso puede ser directamente un enlace a Youtube). Además, se pueden crear diapositivas que sean imágenes o documentos PDF.
  • Channels: Aquí se crean secuencias de diapositivas. Se pueden seleccionar entre las diapositivas creadas en la anterior sección y ponen en un orden concreto. Se pueden crear tantas secuencias como se quiera y se les da un nombre.
  • Displays: Podemos crear diferentes pantallas. Cada una tendrá su configuración y una URL específica. A cada display le podemos asignar un canal diferente.
Un ejemplo de canal de diapositivas en Foyer. Las 11 diapositivas se reproducen en bucle en la pantalla.

En mi caso, me basta con un un único display y un canal con 11 diapositivas, que combinan imágenes y vídeos y se van cambiando con frecuencia.

Para terminar de poner en funcionamiento la solución, solo bastaba con hacer que la SMART TV reprodujese la URL del display de Foyer en el navegador. Pero no podía ser tan fácil.

Problemas con el navegador

El problema vino al reproducir la web que genera Foyer en la SMART TV. En primer lugar, la SMART TV no incluía navegador Web y fue necesario instalar uno. Aunque se trata de un SMART TV basado en Android, las aplicaciones a instalar están limitadas por el fabricante y para poder instalar el Firefox se tuvo que realizar una instalación manual mediante un apk.

Pero al poner la URL en el nevagador, la sorpresa fue que las diapositivas con vídeo no se reproducían: se ponía la pantalla en gris y, a los pocos segundos, saltaba a la siguiente diapositiva. Al parecer, era un problema de potencia.

El plugin lo que hace es cargar todos los contenidos de todas las diapositivas en una página de navegador y oculta todo menos la diapositiva que se muestra en cada momento. Esto hace que el navegador requiera muchos recursos para cargar todas las diapositivas en la página y, aunque solo se esté mostrando una. Esto hace que no haya suficiente memoria para reproducir los vídeos.

Cuando se reducía el número de diapositivas, la cosa mejoraba un poco. Pero, aparecía otro problema ya que por motivos de seguridad algunos navegadores bloquean la reproducción automática de vídeos. A diferencia de los navegadores de escritorio, los navegadores para SMART TV están muy limitados en lo que a posibilidades de configuración se refiere y no se podía suavizar esta restricción cambiando alguna opción. Por tanto, con el navegador de la SMART TV sólo se podían reproducir diapositivas con imágenes y texto.

Se pensó también en conectar una Raspberry Pi 4 a la SMART TV con un sistema operativo mínimo que solo mostrase el navegador a pantalla completa, pero aunque mejora las cosas, tampoco soluciona el problema completamente, como se puede leer en el foro de soporte del plugin. Según ese mensaje, con una Raspberry 4 adecuadamente configurada se puede conseguir reproducir principalmente diapositivas de imágenes y una o dos diapositivas con vídeo.

En este punto he de decir que antes de probar Foyer, hice algunas pruebas con otras soluciones (de las que no son completamente gratuitas) y el resultado con Raspberry Pi no fue mucho mejor.

Y de vuelta al ordenador

Por tanto, hacía falta reproducir la web de Foyer con un equipo más potente. Esto se solucionó con un ordenador-de-toda-la-vida (TM). Incluso puede ser el mismo que tiene el servidor (si está cerca de la SMART TV). Así que sacamos un cable HDMI de la TV hasta la ubicación del ordenador, y preparamos el equipo con un sistema operativo que consuma pocos recursos (en nuestro caso un XUBUNTU configurado con el inicio de sesión automático), en el que hemos añadido el siguiente comando para que se ejecute al arrancar el sistema:

firefox --kiosk http://ip.del.servidor/foyertv

Lo que hace ese comando es abrir el navegador Firefox a pantalla completa con la ruta indicada (en este caso, la URL donde se visualiza el Foyer).

Con esta configuración, bastará con encender el ordenador para, a los pocos minutos, tener nuestro digital signage funcionando en la SMART TV. La potencia de un ordenador antiguo (de unos 12 años de antigüedad) con una distro de GNU/Linux y un navegador web de escritorio es suficiente y permite reproducir sin problemas unas 11 diapositivas, 5 de ellas con vídeo.

Nuestro digital signage en pleno funcionamiento

Un pequeño detalle: si queremos ocultar el puntero del ratón, podemos instalar el programa uncuttler y ejecutarlo también al arranque del sistema. De ese modo, a no ser que se mueva el ratón, el cursor aparecerá oculto.

Conclusiones

A modo de resumen, paso a listar los elementos utilizados para montar una solución de digital signage funcional, versátil y gratuita:

  • Una TV (no hace falta que sea SMART TV)
  • Un ordenador conectado a la red (contiene el servidor Web con el WordPress y el plugin Foyer)
  • Otro ordenador (reproduce la URL de Foyer en modo kiosko, podría ser el mismo que antes)
  • Un cable HDMI o VGA (si no queremos tener problemas con pérdida de señal, que no sea de más de 5m)

Y con eso, podremos gestionar nuestras diapositivas accediendo al panel de administración del WordPress desde cualquier ordenador conectado a la misma red.

Las ventajas de este sistema son, además de que es gratuito y de código abierto, es que todos los contenidos se mantienen en local, por lo que no tendremos problemas con la protección de datos.

Como inconveniente, decir que visualmente no es tan llamativo como otras soluciones comerciales ni tiene plugins que permitan vincular el sistema con otros servicios que se puedan incluir en la pantalla (como hora, noticias, climatología…).

Sin embargo, no deja de ser una solución de código abierto, por lo que, con los conocimientos adecuados, todo lo que se nos ocurra, puede ser implementado.

Tabletas a la carta

Durante la década de los 90 del sXX, se popularizó enormemente la venta y uso de ordenadores clónicos. Frente a los sistemas preensamblados de marcas como IBM o Mac, los ordenadores clónicos permitian a sus usuarios decidir las características del sistema con total libertad para modificar su hardware o software. Estos ordenadores construídos a medida para cada usuario resultaban, además y por norma general,  más económicos.

Pues bien, ahora una empresa valenciana promete ofrecer esta característica  para el mercado de tablets con Click-ARM:

Esta propuesta puede suponer un paso lógico en el mercado de dispositivos móviles, como ocurrió con los ordenadores de escritorio, ya que permitirían a cada usuario personalizar completamente su terminal (y no sólo en el aspecto visual). Además, al existir piezas reemplazables, el ciclo de vida de nuestros dispositivos sería más largo, ayudando a rentabilizar más la inversión inicial. Y este último, según mi parecer, puede ser el talón de aquiles de la propuesta, ya que los precios de estos dispositivos modulares, de momento son bastante elevados. Imagino que, si el proyecto tiene éxito, los precios irán moderandose con el tiempo.

No obstante, la idea no es nueva; hace unos meses leíamos sobre Phoneblocks, un proyecto que estaba buscando financiación para fabricar  teléfonos móviles modulares. Sin embargo, en el caso de Click-ARM, la empresa ya acepta reservas *no vinculantes* de presupuestos *orientativos* de tablets a medida a través del microsite del producto, lo que hace suponer un estadio más cercano a la fase de producción. Imagino que durante los próximos meses recibiremos información más concreta sobre este interesante proyecto que puede llegar a revolucionar el mundo de los dispositivos móviles.

Enlaces:

El futuro ya está aquí

Blade Runner (Ridley Scott, 1982), Regreso al Futuro II (Robert Zemeckys, 1989) o El Quinto Elemento (Luc Besson, 1997) son tres películas que presentan el futuro de forma muy diferente, pero las tres coinciden en algo: los coches voladores. Y es que para la ciencia ficción parece que esa sea una característica esencial de toda sociedad avanzada futurista: Si no hay coches voladores, no estamos en el futuro.

(Colega)¿Dónde está mi coche volador?

Pues ese futuro está cada vez más cerca con el, cada vez, más omnipresente uso de drones. Por ejemplo, recientemente la empresa de venta online Amazon ha presentado Amazon Prime Air, un sistema de reparto de productos capaz de hacer llegar un pedido a casa del comprador con un drone guiado por GPS en 30 minutos. La empresa británica tiene un sistema de logística muy eficiente, pero recibir un pedido online en casa en media hora, sin duda,  supondria un importante hito en la historia del comercio electrónico.

Esto, evidentemente, sólo sería aplicable a compradores cuya dirección de entrega se encontrase dentro de un radio determinado del centro de distribución, ya que el drone tiene una autonomía limitada. Sin embargo, las mejoras tecnológicas y la reducción del precio de estos dispositivos, plantean un amplio abanico de posibilidades. Incluso hay quien plantea la posibilidad de crear una red formada por estaciones de carga (o de intercambio de batería) para mejorar la autonomía de los drones y dar paso a una Internet logística: una red distribuida y altamente conectada en la que los usuarios puedan intercambiar objetos físicos. Esto sí que suena a ciencia ficción, ¿no? Sin embargo, en la siguiente charla TED se presenta un proyecto en el que algo similar ya está en funcionamiento y su propio autor plantea la posibilidad de extrapolar esa forma de transporte a las grandes ciudades.

Pues sí, parece que esos coches voladores que tanto hemos visto en el cine de ciencia ficción empiezan a tomar forma de drone. ¿Quien iba a decir que estos aparatos voladores no tripulados, tan tristemente conocidos por sus intervenciones en entornos bélicos, podrían ser los promotores de una revolución tecnológica y social tan importante? Tampoco es tan sorprendente que un invento con fines beligerantes acabe resultando beneficioso para la Humanidad; no hemos de olvidar que, al fin y al cabo, a la investigación militar debemos el origen de los ordenadores y de la red Internet.

Cómo hacer una tortilla de patatas con un procesador multinúcleo

La tortilla de patatas también se puede comer "en paralelo" (foto Ricardo Martins)
La tortilla de patatas también se puede comer «en paralelo» 

Cuando uno mira las características de un ordenador, por ejemplo en cualquier catálogo comercial de los que encuentras en el buzón, lo habitual es encontrarse con una vaga descripción de las características del procesador que incluye únicamente la frecuencia y el número de núcleos. Sin embargo, aunque históricamente la frecuencia ha sido un indicador de la potencia del procesador, eso no es exactamente así. Existe una gran variedad de características que puden hacer que un porcesador trabaje de forma más óptima que otro, aunque tenga menor frecuencia o menos núcleos.

En el siguiente enlace hay un artículo muy interesante sobre el tema, en el que además se explican algunos conceptos muy interesantes sobre la forma en que funcionan los procesadores multinúcleo, curiosamente, utilizando un ejemplo tan cercano como la preparación de una tortilla de patatas. Es un artículo muy ilustrativo sobre las características de los procesadores actuales, y por tanto, muy recomendable.

 

 

Foto: Ricardo Martins

MeRAM, una RAM «mejorada»

DDR4
Módulos RAM DDR4, apenas han salido y ya se han quedado anticuados

Un equipo de la Universidad de California de Los Ángeles (UCLA) ha presentado un tipo de memoria que podría sustituir en el futuro a la memoria RAM. Se llama MeRAM (que son las siglas de Memoria de Acceso Aleatório Magnetoeléctrica) y, cambiando la tecnología inherente, han conseguido que este tipo de memoria sea más rápido, de mayor capacidad y más eficiente energéticamente que la memoria RAM. Interesante, ¿no?

Pero lo que más me ha llamado la atención es el hecho de que este tipo de memoria NO es volátil. Es decir, al dejar de recibir suministro eléctrico, no pierde los datos almacenados. Eso, para una memoria principal, supone, por si solo, un cambio sustancial. Dicho de otra manera, se podría apagar un ordenador que utilizase este tipo de memoria (incluso desenchufándolo de la red eléctrica) y volverlo a encender, sin perder lo que se estaba haciendo. Como si, simplemente, se volviese de una «suspensión». Sin duda, las posibilidades de esta tecnología preveen cambios importantes en la forma en la que usamos los dispositivos electrónicos.

La leyenda del Bug Informático

By Courtesy of the Naval Surface Warfare Center, Dahlgren, VA., 1988. [Public domain], via Wikimedia Commons
El primer «bug» informático del que se tiene registro fotográfico

Es bien sabido que, en informática, se denomina «bug» (del inglés, «bicho») a los errores internos que provocan un funcionamiento incorrecto del software. De ahí, se deriva el término debug, como el conjunto de acciones destinadas a la localización y corrección de errores informáticos.

Cuenta la leyenda, que en 1947, los creadores de Mark II informaron del primer caso de error en un ordenador causado por un bug. El Mark II, construido en 1944, sufrió un fallo en un relé electromagnético. Cuando se investigaron las causas que propiciaron el error, se encontró una polilla que, por lo visto, era la que provocó que el relé quedase abierto. Así, la persona que localizó este peculiar «bug», lo pegó con cinta adhesiva sobre la bitácora (algo así como un log analógico) y se refirió a él como causa del problema.

La historia es cierta, pero no es el origen del término bug tal y como lo conocemos. De hecho, históricamente se ha utilizado esta terminología para referirse al mal funcionamiento de una tecnología. En concreto se usa bastante en comunicaciones a través de un medios guiados (línea telefónica o de telégrafo). Es más que probable que ese uso haya sido adoptado por los primeros creadores de computadores, y de ahí, haya pasado a los programadores.

Sin embargo, la historia del bug del Mark II ha perdurado hasta nuestros días, como una anécdota simpática. Y, por que no, como el primer «bug» real del que se tiene constancia.

La cara oculta de los discos SSD

HDD vs SSD
¿Existe el medio de almacenamiento perfecto?

A medida que suben las capacidades y bajan los precios, los discos SSD, los basados en tecnología electrónica, cada vez se postulan más como los sustitutos de los clásicos discos magnéticos. De hecho, es habitual encontrar Netbooks y portátiles ultraligeros que utilizan únicamente esta tecnología para el almacenamiento de datos. Eso mejora la autonomia (consumen menos) y la velocidad (son más rápidos). Sin embargo, no todo son ventajas en los SSD, de hecho, el principal problema de esta tecnología frente a la magnética es que es prácticamente imposible recuperar los datos en caso de fallo.

En el siguiente artículo se reflexiona sobre todo esto, desde el punto de vista de los SSD empleados para almacenamiento de bases de datos. Quizá es un poco conspiranoico, pero da que pensar:

Donde vive Internet

Datacenters de Google
Aquí es donde los sueños se hacen realidad.

Google, el gigante de Internet, ha publicado una web en la que muestra como son por dentro sus datacenters. La información no solo se limita a poner fotos de las espectaculares instalaciones, sino que incluso se puede asistir a un tour virtual utilizando la tecnología de Google Street View.

Sin duda, una visita virtual muy interesante a lo que ellos han denominado «El corazón de Internet»:

Escucha a tu disco duro

Todos tememos a un fallo en el disco duro. Pero los discos fallan, tarde o temprano. A veces es repentinamente, otras veces el fallo se puede predecir por el comportamiento, pero sobre todo (en el caso de los discos magnetomecánicos) por el ruido. En la siguiente web han publicado una relación de «ruidos» producidos por discos duros a punto de fallar. Está clasificado por marcas, y como dicen sus autores, si escuchas estos ruidos y aún tienes acceso a los datos, haz una copia de seguridad inmediatamente.

En cualquier caso, hoy por hoy, siempre es conveinete tener un respaldo de los datos importantes, sea cual sea el medio.