No es la primera vez que se habla en este blog del Aprendizaje Servicio, incluso se presentó en detalle el proyecto que fue galardonado con el premio ApS basado en TIC de 2019 , como un enfoque pedagógico que integra el currículum con la prestación de servicios a la comunidad.
Con este enfoque metodológico, los alumnos reciben su formación académica a la vez se involucran en procesos de cambio en realidades de su entorno, dando, gracias a sus conocimientos y competencias, una solución a problemáticas representadas en colectivos o comunidades determinadas.
Durante el presente curso académico he formado parte de un proyecto de gran envergadura ha implicado a todos los grupos de ciclos formativos de todas las familias profesionales de in centro de FP. Nuestro objetivo era continuar dando respuesta, desde el voluntariado, pero manteniendo el referente del perfil profesional de cada ciclo, a la situación de urgencia y de drama social provocada por las inundaciones que asolaron l’Horta Sud a finales del mes de octubre de 2024.
Con esta entrada voy a compartir la forma en la que se ha implementado el proyecto, de qué manera se ha aplicado la metodología aprendizaje servicio (ApS), qué dificultades hemos encontrado por el camino y cuál ha sido el resultado.
Aunque el proyecto en su máxima extensión ha supuesto la colaboración de cuatro familias profesionales, Actividades Físico Deportivas, Administración y Gestión, Comercio y marketing e Informática y Comunicaciones, pondré el foco en las intervenciones relacionadas con la familia de Informática y Comunicaciones, que es a la que he intervenido en primera persona durante la realización del proyecto. No obstante, sí haré mención a las eventuales colaboraciones realizadas con las otras familias.
¿Te interesa saber cómo puedes montar un taller de reciclaje de ordenadores con fines solidarios en un contexto ApS? Esta es tu entrada.
Contexto
Para contextualizar este proyecto, tenemos que irnos al fatídico 29 de octubre de 2024, cuando una riada descontrolada arrolló varias poblaciones al sur de la ciudad de València. Tras los primeros momentos de incertidumbre, poco a poco, fue trascendiendo la magnitud de la tragedia a través de imágenes y testiomonios que no tardaron en dar la vuelta al mundo.

Además de las lamentables bajas personales, los destrozos materiales fueron evidentes desde el primer momento, dejando poblaciones enteras incomunicadas por días, sin acceso a suministros básicos y, por supuesto, a los servicios básicos. Lo peor había pasado, pero la situación distaba mucho de ser normal.
Entonces, un torrente también descontrolado de solidaridad invadió todos los caminos que aún quedaban en pié para llegar a las zonas afectadas, formado por voluntarios y voluntarias, que se lanzaron al barro para ayudar. Esta es otra imagen que también dio la vuelta al mundo.

Pero las alertas terminaron y la vida volvió a la normalidad, allí donde lo pudo hacer. Los centros educativos reanudaron sus clases, allí donde no habían sido devastados. Pero muchos alumnos no volvieron inmediatamente. Algunos por verse afectados directamente, otros por la ausencia de comunicaciones y otros, simplemente, porque seguían yendo a ayudar. Esta situación se saldó con unas cuantas huelgas estudiantiles, necesarias para dar margen a una vuelta escalonada.
Mientras, los centros educativos nos organizábamos para tratar de detectar los problemas de nuestro alumnado o el personal del centro que se podrían ver afectados, tratando de encontrar una solución.
Posteriormente, se empezó a poner el foco en aquellos centros que habían quedado destrozados y se estableció un sistema de hermanamiento con centros afectados cercanos, para tratar de coordinar ayudas directas. En nuestro caso, se hizo un hermanamiento con el IES La Senia de Paiporta.
La sensación de pérdida era enorme. Nos invadía a todos. Daba vértigo pensar en todo lo que habría que hacer para recuperar todo lo que se había perdido. Y las montañas de coches embarradas que se apilaban en diversos puntos junto a las carreteras que se dirigían al sur eran un buen ejemplo de todo lo que quedaba por delante.
En redes sociales, se hacían virales miles de campañas en ese sentido. Una que llamó poderosamente mi atención es la de empresas que se dedicaban a recuperar equipos informáticos llenos de barro de las personas afectadas.
Puede parecer una banalidad, teniendo en cuenta la magnitud de la tragedia, pero la ausencia de ordenadores y otros componentes informáticos, genera una brecha digital que puede tener un impacto considerable en la recuperación, teniendo en cuenta la importancia que tienen las comunicación digital en los tiempos actuales.
En ese momento, recordé actividades que habíamos hecho en el centro, años atrás, con la ONG Teso que, en su afán por reducir la brecha digital en aquellos colectivos con menos recursos, se dedicaban a reciclar ordenadores en desuso para ponerlos a disposición de todo el mundo. Había sido una experiencia muy gratificante; recuerdo el entusiasmo del alumnado preparando componente informáticos para donarlos a una escuela en África.
Inspirados por las acciones de esta ONG, que también se han volcado con los afectados por la DANA, pensé que podría ser una buena idea crear un taller de reciclado de ordenadores. Partiendo de donaciones de equipos en desuso, no necesariamente obsoletos, realizadas por personas del entorno del instituto, el alumnado podría hacer una puesta a punto para donarlos a instituciones afectadas (como nuestro centro hermanado o su alumnado) u otras personas o empresas afectadas.
Y entonces, la Conselleria anunció que este curso las formaciones en empresas (FEE) se podrían hacer en el marco de un voluntariado.
Projecte CONVOI
Esto lo cambiaba todo, ya que al disponer de este recurso, se podría plantear ese taller de reciclado informático como la FEE de los alumnos que, a partir del presente curso se habían implantado también en los primeros cursos, creando una situación de carencia en lo que a empresas se refiere.
Al plantear la idea al equipo directivo, el entusiasmo fue inmediato. De hecho, se trasladó la propuesta a las otras familias profesionales, por si querían sumarse. Todas dijeron que sí, aunque adaptando la acción de voluntariado al perfil profesional de sus ciclos y, de repente, una idea se había convertido en un proyecto de centro.
Pensamos un nombre con gancho, fácil de recordar y con el que el alumnado se pudiese identificar. Así surgió CONVOI, como acrónimo de ies CONselleria VOluntariat Interprofessional. El nombre es pertiente, ya que suena como «comboi», que en valenciano tiene acepciones relacionadas con la logística, y también con la ilusión y el entusiasmo.
Y con un poco de ayuda de la IA (este curso también estamos metidos en un proyecto de innovación basado en la IA), tuvimos un logotipo.

Una de las cosas que queríamos que trasladase el logo es el hecho que las cuatro familias profesionales presentes en el centro, iban a trabajar unidas para sacar adelante el proyecto. Aunque no lo parezca, esto es un fenómeno peculiar, ya que , aunque suelen haber colaboraciones y proyectos compartidas, nunca se había dado el caso de uno compartida entre las cuatro.
Pues así, como el que no quiere la cosa, nos pusimos a redactar un proyecto a marchas forzadas porque la ayuda era necesaria. Queríamos empezar antes de navidades y estábamos en noviembre. ¿Os he dicho que somos un centro dependiente de la administración pública?
Perfil del alumnado
Empiezan las reuniones, casi diarias. A varios niveles: entre los jefes de las familias profesionales, entre estos y los profesores de esas familias profesionales y, finalmente, entre los diferentes equipos educativos, donde también participaba profesorados de otros departamentos como FOL o inglés.
Mientras unos redactan lineas generales de actuación en el documento del proyecto, otros preparan documentación específica para el seguimiento de las actividades y otros planifican el día a día.
En paralelo, los tutores y tutoras, comienzan a preparar la documentación para formalizar las FEE. Papeles, firmas, anexos… Y surgen los primeros problemas: muchos alumnos, aún menores de edad, no tienen aún NUSS y, por tanto, no se les puede dar de alta para cotizar la formación en empresa. A hablar con familias y alumnado para que vayan a oficina de la Seguridad Social a obtenerlo. En algunos casos, el NUSS no se obtuvo hasta después de varias visitas.
En este sentido, cabe agradecer a la Conselleria que redujese significativamente los plazos para presentar la documentación. De otro modo, hubiese sido imposible.
No obstante, se tuvo que retrasar en varias ocasiones la fecha prevista para empezar. Finalmente, se arrancó de forma escalonada, dependiendo de la situación de cada familia profesional. Los que primero empezaron, lo hicimos la última semana lectiva de diciembre. El resto empezaron a partir de la vuelta de vacaciones de Navidad.
En este punto, cada familia profesional había establecido sus líneas de actuación, decidiendo que participarían los primeros cursos de grado medio, grado superior y grado básico. Justo los que este curso empezaban con las FEE de la Nueva ley de FP.
En ese sentido, hay que tener en cuenta que nos encontramos ante un perfil muy peculiar de alumnado, ya que se trata, sobre todo en grados básicos y medios, de alumnado que ha empezado en septiembre un ciclo formativo, del que ha cursado tan solo una evaluación, por lo que todavía le queda mucho del perfil profesional por trabajar en el aula.
Por otro lado, no obstante, es un alumnado muy motivado precisamente por eso, ya que, aunque con cierta preocupación, ve en la realización temprana de las FEE una manera de aprender por la vía rápida un montón de cosas. Spolier: y así ha sido.
Las acciones más destacadas que se propusieron fueron las siguientes:
Familia profesional de Administración i gestión
- Diseño e implementación de una campaña de recogida de material escolar para el IES la Sénia (Paiporta).
- Elaboración y envío de correos electrónicos ofreciendo nuestra colaboración a empresas y organismos de los municipios afectados.
Familia profesional de Comercio
- Creación del Mercado Solidario.
- Colaboración con el Centro Comercial “Nuevo Centro” en el proyecto “Métele un Gol a la Pobreza”.
- Exposición de Maquetas en el Centro Comercial Nuevo Centro de los comercios que se vieron afectados por la DANA desde el 29 de enero al 9 de febrero DEL 2025.
Familia profesional de Actividades Físico Deportivas
- La iniciativa “Ciclistas solidarios”, que se ha centrado en poner a punto las bicicletas afectadas por la DANA en el entorno de la IES la Sénia (Paiporta).
- Actividades físico-deportivas recreativas con el alumnado del IES La Sénia por una Vuelta a la normalidad del alumnado de la ESO y Bachillerato.
Familia profesional Informática y Comunicación
- Taller de reciclado solidario: Iniciativa de puesta a punto de ordenadores y componentes TIC dados al centro para hacerlos llegar a personas e instituciones afectadas por la DANA. El alumnado ha participado en el proceso completo, desde las campañas de difusión del proyecto para obtener donaciones y la gestión integral del proceso de puesta a punto, incluyendo el registro de donación hasta el embalaje en cajas de los ordenadores preparados.
Si bien es cierto que, una vez comenzado el proyecto, surgieron nuevas oportunidades para ampliar el voluntariado, y a medida que se entró en contacto con las localidades afectadas, se establecieron colaboraciones con ONGs que estaban trabajando sobre el terreno.

Objetivos
Una vez identificadas diferentes líneas de actuación, resueltos los problemas detectados y sabiendo que, una vez iniciadas las acciones podrían detectarse nuevas necesidades, oportunidades o amenazas, se consensuaron unas líneas generales de actuación que constituirían los objetivos generales del proyecto:
- Contribuir activamente a la mejora de las condiciones de vida de las personas damnificadas por las inundaciones.
- Fomentar la implicación social i el trabajo en equipo entre el alumnado de FP.
- Aplicar los conocimientos prácticos en un contexto real que refuerce el aprendizaje.
- Promover valores como la empatía, la solidaridad y el compromiso con el bienestar de la comunidad.
Temporalización
Como se ha comentado, el comienzo del proyecto fue escalonado. A causa de las particularidades de las intervenciones propuestas por cada familia, no todos estaban preparados para comenzar con el alumnado al mismo tiempo. Por ejemplo, en la familia de informática y comunicaciones, lo tuvimos más fácil, ya que se iba a montar el taller en las instalaciones del centro y, a priori, no era necesario la coordinación con ninguna otra entidad o asociación para ponerse a trabajar.
Por ello, se acordó que cada familia decidiría el momento idóneo de comienzo de las FEE de su alumnado, para que las gestiones organizativas de unas no afectasen a otras. Esto fue muy importante, ya que dotó de una autonomía a cada familia para gestionar sus FEE que, en caso de haber forzado una sincronía, podrían haber puesto en riesgo o perdido oportunidades.
El denominador común fue el número de horas a realizar por el alumnado, 120. Con eso, cada familia profesional decidió como repartir esas horas en función de cada grupo, estableciendo fecha de inicio y de fín de forma independiente.
El periodo de realización general fue desde el 16 de diciembre hasta el 31 de enero. Algunos grupos empezaron antes y acabaron antes y otros al revés. Todas las horas se hicieron dentro del horario lectivo de grupo, suponiendo las FEE una sustitución de las clases.
Recursos
Un aspecto interesante del proyecto es que se planteó como una intervención a coste 0 para el centro. Aunque no era uno de los objetivos, de manera tácita se planteó que todas las acciones se llevasen a cabo utilizando los recursos existentes en el centro y las donaciones realizadas a título particular por la comunidad educativa o su entorno. Evidentemente, si que se incurrió en algunos gastos de material fungible propio de la realización de actividades, pero no fue un gasto mayor al que se realiza habitualmente.
En ese sentido, cobró un papel muy importante la difusión del proyecto, ya que había que hacer un llamamiento al entorno del centro para captar donaciones y también para detectar nuevas vías de actuación en un periodo temporal delimitado.
Ahí entraron la web del centro, donde se publicó una sección informativa y se creó un banner en la página principal para informar a los visitantes.

También se utilizaron las redes sociales del centro, X e Instagram, para difundir no solo el proyecto, sino las diferentes acciones que se llevaron a cabo, usando los hashtags #CONVOI o #ProyectoCONVOI

El alumnado de la familia de comerció se encargó de diseñar la campaña de difusión y los mensajes de publicar en RRSS, así como de diseñar cartelería que, por supuesto, se colgó por todo el centro.
FEE en el centro
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta como gestionar la supervisión del alumnado durante las acciones de voluntariado. Normalmente, en las empresas tienen a una persona que hace el papel de instructor/a y se encarga de asignar y supervisar las tareas realizadas por el alumnado, así como de formarlo para su realización.
En este caso, se decidió designar una persona instructora por grupo que seria profesorado de la familia profesional que no les impartiese clase. El equipo educativo del grupo colaboraría en las tareas de instrucción. No obstante, coordinar el trabajo y formación en empresa de un grupo tan numeroso no es lo mismo que tener uno o dos alumnos en prácticas. Por ese motivo, el profesorado de las diferentes familias profesionales se ofrecieron para colaborar en esta tarea, realizando, en cierta manera, también un voluntariado.
Esto último fue decisivo para garantizar el correcto funcionamiento del proyecto, y el cumplimiento estricto de las horas de FEE, ya que en todo momento había alguien con el alumnado, resolviendo dudas, corrigiendo procesos y guiando la toma de decisiones.
El proyecto APS
Tras todas las necesarias gestiones organizativas, llega el momento de poner en marcha el voluntariado. Cada grupo pone en marcha las actuaciones siguiendo las líneas estratégicas identificadas desde la familia profesional y programadas por el equipo educativo. En el caso de la familia de informática, el taller de reciclado informático. Es, concretamente, con esta actividad con la que desarrollaré el apartado del enfoque ApS, ya que es en la que he participado activamente, tanto en su diseño como en su ejecución como instructor de uno de los grupos.
Los grupos implicados en este proyecto fueron el 1º de Grado medio de Sistemas microinformáticos y redes (SMR), el 1º del Grado superior Administración de Sistemas informáticos y redes (ASIR) y el 1º del Grado superior de Diseño de aplicaciones web (DAW). Yo fui el instructor del 1º de SMR.
Cuando fui a presentarme al grupo, al que no daba clase, y a explicar las líneas de actuación generales para llevar a cabo el voluntariado, pude percibir desde el primer momento que el alumnado estaba muy concienciado y comprometido con la realización de las FEE mediante esta modalidad. Por mi experiencia, es habitual que cuando se plantea un proyecto de esta envergadura y extensión temporal al alumnado, surjan dudas o cuestiones, a veces en forma de cuestionamiento general de la utilidad (para ellos) de lo que se les propone. En cierto modo, es como si estuviéramos vendiendo un producto a un auditorio y no no todo el mundo estuviese dispuesto a comprarlo… o quisieran regatear el precio de venta.
Por contra, en esta sesión de presentación lo que se planteaban eran propuestas para ampliar alcance o, directamente, planteando como podrían participar de forma más activa que la mera realización de la FEE, lo que abrió un enriquecedor diálogo inicial sobre el proyecto. Cuando di por finalizada la presentación, el alumnado arrancó a aplaudir. Jamás antes me habían aplaudido tras presentar una actividad, y creo que esto es una muestra de que estábamos en la misma página, y la propuesta del proyecto encajaba con lo que esperaban para canalizar las ganas de ayudar «como sea» que nos invadía a la sociedad valenciana tras la tragedia.
Guardad este aplauso para cuando terminemos, porque nos queda por delante cuatro semanas muy intensas y hay mucho trabajo por delante.
Y vaya si fueron intensas; veamos fase a fase como se desarrolló el proyecto.
Fase 1: Investigación
Una de las particularidades de este proyecto ApS es que el alumnado ya está muy familiarizado con la problemática a resolver: prácticamente todos teníamos a alguna persona cercana que se había visto afectada por las inundaciones. No era difícil empatizar con un estudiante al que la riada se hubiese llevado el ordenador y que no estuviese en situación de reponerlo debido a otras prioridades.
Tampoco hacía falta hacer una investigación muy minuciosa para ver los efectos devastadores que, además, habían tenido los centros educativos de las localidades afectadas. Como muestra, el alumnado de la familia profesional de Comercio y marketing elaboraron un vídeo de su visita a un centro de primaria de Paiporta, como parte de una de las acciones de CONVOI, en el que recogieron testimonios de algunos de los alumnos, hablando de juguetes que habían perdido. Este contenido audiovisual sirve a la perfección para extrapolar el desastre a todos los niveles y sirvió de material con el que las demás familias reforzamos nuestra toma de conciencia. De este modo, ya empezábamos a retroalimentarnos de los resultados del proyecto.
Otro ejemplo de esta sinergia entre las diferentes familias profesionales, fue el hecho que la familia de Administración y Gestión y de Comercio y Marketing, en la realización de sus acciones que implicaban un contacto directo con personas o instituciones afectadas, detectaban posibles candidatos para la percepción de estos ordenadores reparados, por lo que el alumnado de Informática y comunicaciones se podía centrar en las tareas de gestionar donaciones y preparar equipos, más acordes con su perfil profesional.
Fase 2: Preparación
La preparación del proyecto se basaba en dos premisas:
- Realizar una campaña de difusión para captar donaciones
- Organizar el proceso de reciclado y preparar el entorno de trabajo
Estas dos tareas se realizaron temporalmente en la primera semana de FEE, que coincidieron con la última semana antes de las vacaciones escolares de navidad.
Empezamos por el final: era necesario definir un procedimiento para el reciclado de ordenadores. Hay que tener en cuenta que el alumnado sólo llevaba un trimestre del curso, por lo que aún no habían trabajado algunos de los contenidos necesarios para llevar a cabo todas las fases. Ahí el profesorado tendría un papel crucial, ya que sería encargado de guiar la decisiones para definir el proceso, al tiempo que planificaba las explicaciones que serían necesarias para que este se pudiese hacer correctamente.
Otro de los problemas que se planteaban en este punto era el hecho que, a diferencia de unas FEE en empresa donde suelen ir uno o dos a alumnos, aquí había que gestionar el trabajo con un grupo numeroso y cabía el riesgo de que el reparto de labores no fuera equitativo, que algunos tomasen las rindas y otros se quedasen de brazos cruzados, limitando la experiencia.
La medida que se adoptó para evitar que eso ocurriese fue definir una serie de roles inherentes al proceso, de manera que cada alumno tuviese siempre asignado un rol muy concreto, que cada rol fuese asignado cada día a uno o, como mucho dos alumnos y que cada día, los roles cambiasen, de manera que al final del proceso todos los alumnos hubiesen pasado por todos los roles.
Un aspecto a tener en cuenta de los roles es que permitía la formación entre iguales, ya que el alumno que había desempeñado un rol durante una jornada, podía ser el referente del alumno que la desempeñaba el día siguiente.
Los roles identificados son los siguientes:
- Entrada de donaciones: Persona encargada de atender a los donantes en un puesto en planta baja. Para cada donación, se rellena un documento de recepción del que se entrega una copia al donante. Esta persona se encarga de llevar el material donado al taller.
- Registro de donaciones: Persona encargada de recibir donaciones en el taller y registrar una hoja por cada elemento TIC que entre el sistema y lo da de alta en la aplicación de seguimiento del proceso.
- Revisión inicial: Persona que hace la primera prueba mediante una puesta en marcha del dispositivo, y haciendo un diagnóstico a primera vista del estado en el que se encuentra.
- Limpieza superficial: Persona encargada de limpiar suciedad y polvo con un trapo y el ventilador.
- Desmontaje de piezas: Persona encargada de desmontar todo lo desmontable y ponerlo en una caja.
- Limpieza fina: Persona encargada de limpieza fina con alcohol isopropílico de los componentes internos.
- Etiquetado: Persona encargada de etiquetar componentes limpios y vincularlos con la ficha de donación.
- Clasificación componentes. Persona encargada de almacenar los componentes limpios por categorías: RAM, PSU, Discos, Cajas…
- Testeo: Persona encargada de ir probando individualmente los dispositivos con herramientas de testing (Comprobación RAM, HDD, PSU) para descartar aquellos que tengan problemas.
- Localizador manuales e impresión: Persona encargada de localizar la URL de los manuales de placas base y pantallas.
- Selección de piezas: Persona encargada de seleccionar las piezas de entre las testeadas, idóneas para montar un equipo informático.
- Montaje de equipo: Persona encargada de montar equipo con las piezas seleccionadas.
- Instalación SO: Persona encargada de instalar el sistema operativo en un dispositivo montado y de personalizar la instalación.
- Elaboración manual: Persona encargada de redactar una ficha con enlace o QR a los manuales de placa y monitor, el nombre de usuario del SO, usuario administrador, así como otra información relevante. La hoja se imprimirá y incluirá en la caja.
- Empaquetado: Persona encargada de poner todos los componentes de un ordenador finalizados en una caja y almacenarlo en algún lugar, preparado para el empaquetado final previo a la donación.
- Apoyo: Persona de apoyo a las funciones antes enumeradas.
A partir de estos roles, el alumno preparó diversas zonas en el taller para dar cabida a las necesidades de cada rol, como si fuesen departamentos dentro de una empresa.
Otro aspecto interesante fue el uso de la metodología SCRUM, habitual en el sector profesional de la familia, para abordar el seguimiento de los procesos. Esta metodologia se basa en sprints, que representan bloques incrementales de trabajo entregable. En ese sentido, se planteó lo siguiente:
- Se harían sprints semanales. Cada semana se plantearían las tareas u objetivos semanales y se planifica.
- Cada jornada empezará con una reunión donde exponer qué se hizo el día anterior, con qué estamos y con qué nos pondremos. Identificación de bloqueos de tareas anteriores para agilizar el proceso (Daily scrum meeting)
- Los viernes se realizará una reunión de cómo ha ido la semana, de lo que queda y los bloqueos a nivel global (Sprint review).
- Cada lunes se hace una retrospectiva de puntos a mejorar en el sprint pasado, bloqueos y puntos fuertes y se planifica la semana (Sprint retrospective y Sprint planning meeting)
Para llevar el seguimiento de los diferentes sprints, se optó por usar un software específico en el que definir los diferentes procesos, tal y como se hace en empresa. Para ello, se creó una cuenta en el software de gestión de proyectos Trello, mediante la cual se llevó el seguimiento de todo el proceso.
De ese modo, se tendría abierta la aplicación Trello en el taller y los representantes de cada rol irían actualizando el proceso de cada equipo donado y asignándolo al siguiente rol.

Para garantizar el reparto de los roles, el profesorado elaboró unas fichas de seguimiento, en las que se identificaba qué alumno había hecho cada rol cada día, así como, las accione generales realizadas por cada profesor con los alumnos, como medio de comunicación interna diaria entre os diferentes profesores que supervisaban las acciones.
Por lo que respecta a la cuestión de la campaña de difusión, el alumnado estuvo preparando cartelería y trípticos para difundir el proyecto. En ese sentido, colaboraron todos los grupos de informática, tanto del grado medio como del superior. El resultado fueron varias propuestas, de las que cada grupo seleccionó un cartel y un tríptico. De las tres finalistas, fue el profesorado del departamento el que eligió los que se imprimirían finalmente.
De nuevo, surge una oportunidad de sinergia con el alumnado de otras familias profesionales: durante esa semana, el alumnado de Comercio y marketing había montado un mercado solidario, en el que también participaba el alumnado de Administración y gestión. Así que se aprovechó para montar un stand informativo, donde el alumnado de informática repartía trípticos y informaba del proyecto a los visitantes. Para realizarlo, se organizaron turnos de atención, de manera que siempre hubiese un representante de cada curso de informática.
Con todo, era necesario hacer una difusión más directa para tratar de conseguir el máximo de donaciones de material informático, ya que era un elemento fundamental para garantizar la viabilidad de la propuesta. Por eso, en paralelo a la realización del stand, el alumnado se dividió en grupos que prepararon una presentación que tendrían que hacer al alumnado de la ESO. El objetivo era que el último día de clase, a última hora, previo aviso a todo el profesorado, cada grupo iría a una clase de la ESO a hacer la presentación.
Pero la cosa no acaba ahí, porque para hacer más interesante estas presentaciones y, aprovechando que todas se hacían simultáneamente, se preparó una conexión en directo con el taller de ASIR, en el que el grupo de alumnos hizo una explicación, en directo, del proceso de reciclado que se había diseñado.

Así, el alumnado hizo la presentación durante 10 minutos y, posteriormente, se conectó en directo con el taller, donde los compañeros de ASIR explicaron de forma visual en qué consistiría su labor en el proyecto. El directo estaba producido de manera que la cámara acompañaba a un ordenador donado a medida que iba pasando por las diferentes etapas del proceso, desde la donación hasta el empaquetado. Y en cada una de ellas, el alumno responsable explicaba cual era su función y que es lo que haría al ordenador.
Tras la conexión, de nuevo en cada aula, los grupos asignados atendieron a las dudas y consultas planteadas por el alumnado de la ESO.
Ni que decir tiene que el formato de la presentación con la conexión en directo tuvo un gran impacto en el alumnado de la ESO, que estuvo atento a las explicaciones tanto presenciales como del streaming, sorprendidos y al mismo tiempo, emocionados por la retransmisión en directo.

Con esto se completó la primera semana. Ahora ya estaba todo preparado para empezar a recibir donaciones y reciclarlas de forma solidaria. Pero eso sería después de las vacaciones.
Fase 3: Acción
Al volver de navidades, todo se pone en marcha en el taller. Cada día, el equipo docente hace un reparto de roles que se anuncia a la primera hora, durante el daily scrum meeting. Así, un alumno bajará al punto de recepción de donaciones y el resto se distribuirá por los diferentes espacios del taller.
No todos los días se asignan todos los roles, dependerá de la carga de trabajo. Por ejemplo, no tiene sentido que los primeros días hayan personas encargadas del empaquetado ya que aún no hay nada a empaquetar. Digamos, que los diferentes roles se van desplegando a medida que avanza la acción y, cada día, están más segmentadas las asignaciones que recibe el alumnado.

Así, cada día que se activa un nuevo rol, la persona a la que se le asigna es la responsable de la puesta en marcha de los procesos que implica. Las decisiones tomadas serán cruciales para el desempeño de ese rol los días sucesivos, aunque siempre puede ser susceptible de reconducirse, fruto de la puesta en común del final del día o de la reunión de primera hora del día siguiente.
A la hora de hacer las distribuciones, se intenta que las personas que han pasado por roles más complejos o recién implantados, caigan en un rol de apoyo o uno con cierto rodaje, para que puedan dedicar parte de la jornada en formar a su sucesor.
El profesorado que asiste al alumnado durante el día va atendiendo las dudas que van surgiendo, especialmente relacionadas con conceptos que aún no se han tratado en el aula. Es por tanto, habitual, que el profesor pare en algunos momentos el proceso para hacer alguna explicación general.
Es curioso como en esas intervenciones el alumnado se muestra muy atento y receptivo, preguntando las veces que haga falta hasta tener los conceptos claros (sobretodo si es un concepto que afecte directamente al rol desempeñado). Esto contrasta con la dinámica habitual en las prácticas realizadas en el taller, donde son más habituales las distracciones.
Además, en algunos momentos puntuales, el proceso se paraba completamente durante un periodo más largo y algunos profesores aprovechaban para hacer una presentación monográfica sobre algún concepto relacionado o de interés, adelantando contenidos que, al estar vinculados con las acciones realizadas, puedan tener un mayor asimilación por parte del alumnado.

Uno de los aspectos críticos que se detectaron al comenzar esta fase fue provocado por retrasos en el suministro de determinados materiales. Durante la fase de preparación se elaboró un listado de materiales necesarios para el taller. No obstante, el pedido no se hizo hasta la primera semana de enero, para evitar recibirlo durante las fiestas. Estos pedidos se retrasaron casi dos semanas, lo que hizo que las primeras semanas de taller, se trabajase con medios muy escasos o que determinados procesos quedasen atascados. Finalmente llegaron los materiales y todo se puso en marcha, pero al tratarse de un proyecto tan localizado temporalmente, la impresión general es que gran parte del proyecto se trabajó con limitaciones.
También nos encontramos con una sorpresa desagradable casi al final del proyecto, cuando el mes de prueba de Trello (activado antes de navidades) llegó a su fin y, de repente, un montón de campos rellenados para los equipos se bloquearon, limitando significativamente las opciones de la plataforma. Afortunadamente, esto ocurrió en los últimos días, cuando ya se habían procesado la gran mayoría de equipos.
En términos generales, el funcionamiento es similar al definido en los roles: profesores, PAS, familiares de alumnado hacen donaciones de material informático. El alumnado que recibe dichas donaciones, rellena un documento de recepción del que da una copia al donante. El equipo es llevado a alguno de los tres talleres, uno en cada aula de los tres grupos implicados (los propios alumnos de la recepción, hacen el reparto de forma balanceada, teniendo en cuenta el volumen de trabajo que les transmitan los compañeros del aula).

Una vez en el aula-taller, el equipo es registrado documentalmente, se crea una ficha también en Trello y se va pasando por los diferentes departamentos-roles, en los que, a su vez, se rellena o completa la hoja correspondiente.
Cada vez que un alumno termina las funciones de su rol con un equipo, actualiza la información en la ficha de Trello y la pasa al siguiente paso del proceso en la aplicación. Entonces, el equipo informático y sus fichas en papel son trasladadas al siguiente departamento, donde se quedan en cola hasta el momento de que la persona asignada al rol se ponga con él.

Al final del día, se ponen en común los problemas detectados y se discuten posibles soluciones. A partir de las problemáticas detectadas, el equipo docente asignará los roles y preparará cambios en determinados aspectos del proceso, que se explicarán al día siguiente en la reunión de la mañana.
En la última semana surge una nueva colaboración con el alumnado de otra familia profesional, ya que el embalaje de equipos requiere ciertos conocimientos de logística, para el que se recibirá el apoyo del alumnado de la familia de Comercio y Marketing, que también se encargó de proporcionarnos las cajas de cartón, provenientes de los contactos establecidos con ONG.

Fase 4: Reflexión
Una vez finalizado el periodo destinado al proyecto, que en nuestro caso eran cuatro semanas para hacer un total de 120 horas por alumno, llega el momento de reflexionar sobres las acciones realizadas.
Para ello, se elaboraron una serie de encuestas de opinión anónimas que se pasaron a alumnado, profesorado y a entidades beneficiarias.
El alumnado valoró muy positivamente su participación en el proyecto, destacando aspectos técnicos como la posibilidad de desmontar y montar equipos, instalar sistemas operativos y realizar reparaciones les permitió aprender de manera práctica, enfrentándose a situaciones reales que les ayudaron a desarrollar nuevas habilidades.
El trabajo en equipo también fue un elemento clave. Muchos resaltaron la dinámica de cambio de roles, que les permitió experimentar distintas funciones dentro del grupo, así como ver el progreso de los equipos a lo largo de las diferentes fases. Además, el compañerismo y el buen ambiente de trabajo fueron fundamentales para que la experiencia les resultara aún más positiva.
Otro aspecto que se destacó en sus comentarios fue el impacto social del proyecto. Saber que su esfuerzo estaba ayudando a personas y centros educativos afectados por la DANA les hizo sentir que su trabajo tenía un propósito real y valioso.
Respecto a los aspectos a mejorar según la opinión del alumnado, uno de los puntos más mencionados fue la organización y coordinación. Varios participantes sintieron que algunos días fueron caóticos, con falta de planificación en el flujo de trabajo y una distribución desigual del material. También se mencionó que, en ciertos momentos, había escasez de equipos para trabajar o que estos llegaban de manera irregular, lo que generaba tiempos muertos o acumulación de tareas en determinados momentos. e señaló que, en su mayoría, los dispositivos eran muy similares, lo que limitaba el aprendizaje sobre diferentes tipos de hardware.
Otro aspecto señalado fue la necesidad de una mejor preparación teórica antes de comenzar la parte práctica. Algunos estudiantes expresaron que hubiera sido útil recibir más información sobre los procedimientos, herramientas y software a utilizar desde el primer momento, lo que habría facilitado el desarrollo del proyecto y reducido la improvisación.
Finalmente, preguntados por el impacto que creen que su participación en el proyecto pueda tener en su futuro personal o profesional, muchos destacaron que haber trabajado directamente con hardware les ha permitido afianzar conocimientos técnicos sobre ordenadores y su funcionamiento interno, lo que podría serles de utilidad en puestos de trabajo relacionados con el perfil profesional del ciclo.
Otros señalaron que el proyecto les ha preparado para desenvolverse en un entorno profesional, mejorando su capacidad de comunicación y colaboración, así como paciencia y capacidad de resolución de problemas, habilidades esenciales en cualquier entorno laboral.
Finalmente, un aspecto interesante que algunos mencionaron es la concienciación sobre la sostenibilidad tecnológica. Para estos alumnos, el proyecto fue una oportunidad para reflexionar sobre la gran cantidad de equipos almacenados y cómo podrían gestionarse mejor en beneficio de más personas.
El profesorado destacó aspectos como el trabajo colaborativo y el aprendizaje en un entorno práctico. Valoraron la oportunidad de ver a los alumnos desenvolverse en un ambiente distinto al aula, lo que permitió observar habilidades más allá de lo estrictamente académico, como la cooperación, la organización y la resolución de problemas.
Otro punto clave fue el impacto motivador del proyecto. Al tratarse de una iniciativa basada en aprendizaje-servicio, el hecho de que la ayuda estuviera dirigida a personas afectadas por la DANA —incluidos vecinos y conocidos— hizo que la implicación tanto del alumnado como del profesorado fuera aún mayor.
Sobre los aspectos a mejorar, el profesorado destacó la necesidad de mejorar la organización y planificación previa del proyecto mejorando la coordinación a nivel departamental. También señalaron la importancia de una formación previa en montaje y reparación de equipos, tanto para docentes como para estudiantes, para aprovechar mejor la experiencia. Además, se identificó la falta de materiales adecuados, con equipos a veces obsoletos o insuficientes, y se sugirió el uso de herramientas de software sin restricciones de licencia (en relación a la licencia necesaria para Trello).
Finalmente, muchos coincidieron en que el proyecto tuvo un impacto positivo en su práctica docente, permitiéndoles trabajar contenidos que no aplicaban desde hace tiempo e incluso explorar otros nuevos. La iniciativa favoreció la integración de aspectos prácticos en la enseñanza, enriqueciendo la experiencia educativa. Sin embargo, algunos docentes señalaron que, aunque la idea fue muy buena, la organización podría haberse mejorado, ya que hubo momentos de improvisación, especialmente al inicio.
Fase 5: Exposición
Una parte importante de todo proyecto ApS es la fase de exposición, ya que permite visibilizar el trabajo realizado, así como promover la reflexión entre aquellas personas que no han participado directamente en el proyecto, ampliando así su impacto social.
A nivel medios, se realizó una entrevista en A punt radio presentando el proyecto. Se puede consultar en el siguiente enlace (a partir del minuto 23):
Pero uno de los puntos fuertes de la exposición del proyecto fue su presentación en el Congreso de FP, realizado durante el mes de febrero de 2025 en el Palau de les Arts de València. En dicho evento se nos invitó a una mesa relacionada con acciones que desde la FP se habían realizado para ayudar a las poblaciones y personas afectadas por la DANA. Yo fui el encargado de presentar el proyecto desde el punto de vista del profesorado y una alumna de la familia profesional de comercio y marketing, hizo lo propio desde la perspectiva del alumnado participante.

CONVOI también fue seleccionado para su exposición en la muestra de proyectos del campeonato de FP autonómico CV SKILLS de 2025, que se realizó en el recinto ferial de la ciudad de València durante el mes de marzo. Durante los días que duró el certamen, sus visitantes pudieron visitar el stand sobre el proyecto CONVOI, en el que se explicaban las características del proyecto, así como los resultados del mismo.

Finalmente, el stand se trasladó al hall del instituto IES Conselleria, lugar en el que se ubican exposiciones temporales, donde permaneció durante un par de semanas durante el mes de abril, donde pudo ser consultado por todo el alumnado y visitantes del centro.
Resultados, reflexiones y mejoras
Los resultados del proyecto han sido muy positivos. Desde el punto de vista material, los tres grupos de alumnos de la familia profesional de informática y comunicaciones consiguieron preparar 36 equipos completos (caja, pantalla, teclado y ratón) que fueron donados a centros educativos (en este caso, el centro con el que se había realizado un hermanamiento) y ONG de poblaciones afectadas y con las que se trabajó directamente durante el desarrollo del proyecto.
Si ampliamos el foco a los resultados obtenidos por todos los grupos, los resultados aún son más sorprendentes, como se puede apreciar en la siguiente infografía que formaba parte del stand del proyecto que se presentó en Feria Valencia:

Pero, además de los resultados materiales, hay que resaltar la implicación del alumnado y profesorado participante que, pese a la precipitación y, a veces, la falta de medios, pusieron todo de su parte para poder sacar el máximo de esas horas de voluntariado.
Cabe destacar la dificultad que entrañó el diseño y puesta en marcha de las diferentes acciones del proyecto debido a la rapidez de respuesta. Hay que tener en cuenta que las inundaciones tuvieron lugar a principio de noviembre y el proyecto inició sus primeras actuaciones a mediados de diciembre. En apenas un mes, todos las familias profesionales del centro se coordinaron para adaptar programaciones, se establecieron contactos con entidades beneficiarias, se preparó la documentación para la realización de la formación en empresas de todos los alumnos, se organizaron los equipos educativos para la supervisión, así como la preparación de espacios y adquisición de recursos necesarios… Fueron muchas reuniones, la mayoría telemáticas, a nivel de coordinación pedagógica, de familia profesional y de equipos educativos, tratando de empezar cuanto antes para hacer llegar la ayuda cuando era más necesaria.
Esto provocó que algunas de las acciones planificadas no funcionasen de la manera esperada o que, una vez empezado el proyecto, algunos grupos pivotasen el enfoque de las acciones hacia otros que, sobre el terreno, resultaban de mayor impacto para los objetivos del proyecto. También se produjeron algunos contratiempos debidos a la falta de materiales. Por ejemplo, en el caso de la familia profesional de informática, algunos de los utensilios y productos de limpieza necesarios para la puesta a punto de los equipos no llegaron hasta la tercera semana del proyecto, lo que afectó a la cadena de reciclaje, haciendo que hasta las últimas semanas no se finalizasen los equipos. Este cuello de botella provocó que el empaquetado de todos los equipos se realizase de forma muy precipitada los últimos dos días, por lo que no se pudo poner tanto cuidado en ese paso tan importante para el perceptor final (que es quien recibe la caja).
También, esta urgencia provocó que algunas decisiones no fuesen las más acertadas. Por ejemplo, aunque fue una muy buena decisión el usar una herramienta de gestión de proyectos ágil como Trello para el seguimiento del proceso, no se valoró el impacto que tendría la finalización del periodo de prueba (que tuvo lugar en la última semana del proyecto) y que provocó la pérdida de algunos datos. Esto se hubiese evitado o bien, evitando el uso de campos y opciones de la versión premium o buscando otra alternativa gratuita o con una versión de prueba más extensa.
Con todo, cabe resaltar la utilidad que tuvieron los diferentes mecanismos de seguimiento que se definieron en las fases previas al comienzo, como listados de firmas del alumnado, diario del profesorado para la comunicación entre docentes supervisiones y las diferentes reuniones de seguimiento.
También cabe destacar muy positivamente la definición de roles del alumnado y su rotación diaria. De este modo, todos los alumnos pasaron por todos los roles y pudieron repetir de aquellos en los que se encontraban más cómodos. De este modo, también se consiguió dotar de mayor dinamismo a las acciones realizadas, ya que el alumnado no tenía la sensación de estar haciendo siempre lo mismo. O peor, quedarse de brazos cruzados si otros tenían una actitud más proactiva.
Las propuestas de mejora para futuras implementaciones de proyectos similares, por tanto, irían en la siguiente línea:
Por un lado, dotar de los medios materiales necesarios antes del inicio de las actuaciones, para evitar cuellos de botella o problemas con licencias.
Por otro lado, la planificación más consensuada por parte de todo el profesorado. Esto es una cuestión complicada, ya que hay que tener en cuenta que el profesorado supervisor cambiaba cada par de horas y no todo el profesorado tenía los mismos conocimientos, lo que provocaba que muchas veces, el profesor que entraba no podía ayudar al alumnado en determinados momentos del proceso. Quizá, en la programación diaria, habría que incorporar estos aspectos para que el alumnado no tenga la sensación de que les cortan el ritmo.
Conclusiones
La excepcionalidad del Proyecto CONVOI radica en la excepcionalidad de los lamentables hechos que lo propician. Nunca antes en el centro se había llevado a cabo un proyecto de esta envergadura en el que las cuatro familias profesionales hubiesen colaborado con tanta intensidad en un proyecto común. O mejor dicho, en un superproyecto, ya que en cierta manera, se trataba de la suma de muchos proyectos con objetivos comunes.
Para hacerse una idea de la magnitud de este (super)proyecto, no hay que perder de vista que durante cuatro semanas, la actividad lectiva de todos los grupos de primero de ciclos formativos, alumnado y profesorado, se centró en la participación del proyecto. Todos ellos estaban, como solía escucharse «Haciendo CONVOI».
Para ello fue fundamental la incorporación el presente curso académico de la Formación en Empresa (FEE), que sustituye a la antigua FCT, y a la autorización, por parte de la administración, de la posibilidad de realizar la FEE en el marco de un voluntariado, así como la reducción, también excepcional, de los plazos para realizar la documentación del alumnado.
También hay que destacar la implicación de los jefes y jefas de familias profesionales, así como el profesorado de todos los equipos educativos, que pusieron una gran dedicación para conseguir sacar el proyecto adelante, pese a la inmediatez de los plazos, las trabas administrativas y las dificultades organizativas.
Gracias a esos factores, y a la ilusión y ganas de ayudar del alumnado, se han conseguido cumplir los objetivos marcados, esto es, ayudar a las personas afectadas por la DANA, al tiempo que se aplican los conocimientos prácticos del perfil profesional. Pero, sobre todo, el trabajo en equipo, el compromiso social, la solidaridad y, en definitiva, el desarrollo de las habilidades blandas que también son de gran utilidad para el futuro desarrollo profesional del alumnado.
El proyecto CONVOI es un ejemplo más de lo que se puede conseguir desde los centros educativos aplicando el enfoque ApS. Del gran potencial, tanto motivacional como formativo (en el fondo, ambas cosas son la misma) que supone el aprender haciendo algo que, además, pueda ayudar a terceros. Al fín y al cabo, la educación es propiciar cambios en nosotros que puedan propiciar cambios en el mundo que nos rodea.