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CLIL: Mucho más que aprendizaje de lenguas

El aprendizaje de lenguas mediante el tratamiento integrado de lengua y contenidos, también conocida por sus siglas en inglés CLIL (Content and Language Integrated Learning), es una metodología que se caracteriza por el uso vehicular de la lengua objeto de aprendizaje en la enseñanza de contenidos en áreas no lingüísticas. En esta entrada desgranaremos algunas de las características fundamentales de esta metodología.

El objetivo de esta metodología es integrar de forma transversal al currículum educativo el aprendizaje de lenguas. Así, al emplear una lengua diferente a la lengua nativa del alumno (L1) por la interacción al aula se aumenta la exposición del alumno a esa nueva lengua, que puede ser una lengua en contacto (L2) o una lengua extranjera (LE), de forma que pasa progresivamente a formar parte de su realidad diaria y  su contexto cultural. De esta forma se fomentan las competencias comunicativas, en especial las relacionadas con las lenguas extranjeras, siguiendo así las recomendaciones propuestas por la Comisión Europea que establecen las competencias clave para el aprendizaje permanente.

Este aprendizaje en una lengua diferente de la L1 se sustenta en la hipótesis de Cummings y Swain sobre la existencia de una competencia subyacente común. Esta hipótesis plantea que existe un área común donde se almacenan los conocimiento y las habilidades cognitivolingüísticas independientemente de la lengua en que se adquieren, que simplemente tendría una relevancia superficial en el proceso.En cualquier caso, este traspaso del tiempo dedicado a la enseñanza de las lenguas a las áreas no lingüísticas de los currículums de las diferentes etapas educativas, responde a la necesidad de dedicar más y más tiempo al aprendizaje de las lenguas. Así, la carga de las áreas lingüísticas no se hace excesiva, yendo en detrimento del resto, y además, hay que señalar que hay ciertas estrategias coognitivolingüísticas (justificar, resumir , describir, demostrar…) o de procesamiento de la información (localizar, valorar, organizar, comunicar…) que pueden ser tratadas mejor en áreas no lingüísticas. Sea como fuere, la metodología CLIL ofrece los alumnos una posibilidad real de interactúar en una L2 (o LE) de forma habitual en el contexto académico, puesto que difícilmente lo podrán hacer fuera de la escuela.

Sin embargo, CLIL no es un término nuevo. De hecho, existen precedentes que avalan su efectividad en sistemas educativos, como se el caso del canadiense. En este sistema se ha promovido con gran énfasis de las administraciones educativas el uso de metodologías innovadoras por la enseñanza bilingüe ya desde los años setenta. En cualquier caso, no fue hasta los 90 cuando se estableció el término CLIL para hacer referencia en este enfoque metodológico. En cualquier caso, es importante ver la enseñanza de tipo CLIL como un producto o evolución de sus antecedentes históricos.

Sea como fuere, en la actualidad esta metodología está presente a los sistemas educativos de muchos países en todo el mundo, teniendo especial presencia a la Unión Europea, debido a las singulares características socioculturales y organizativas que promueven la movilidad laboral y educativa dentro de un contexto plurilingüe. En ese contexto, este enfoque recibe varias denominaciones en función del país o el idioma en que se aplica: TILC (Tractament Integrat de Llengua i Continguts) para el valenciano, AICLE (Aprendizaje Integrado de Conocimientos Curriculares en Lengua Extranjera) para los programas en español, CLIL (Content and Language Integrated Learning), EMILE (Enseignement de Matières par el Integration de une Langue Étrangère) y CLILiG (Content and Language Integrated Learning in German). Ahora bien, parece que existe suficiente consenso en que CLIL es la expresión más adecuada en todos los contextos de aprendizaje de lenguas extranjeras mediante los contenidos curriculares, por lo cual se ha optado por este término para la redacción de esta entrada.

Pero, hoy por hoy, la metodología CLIL es mucho más que una simple inmersión lingüística. Algunos autores definen el CLIL como un “paraguas” donde caen diferentes acercamientos metodológicos por la enseñanza de lenguas como pueden ser la inmersión lingüística, programas bilingües y plurilingües o programas de enriquecimiento de la lengua. Si bien, lo que realmente aporta CLIL es flexibilidad entre los diferentes aspectos de los diferentes acercamientos que le confiere la capacidad de aprovechar los puntos más fuertes de cada uno de ellos.

En ese sentido, el enfoque CLIL es plantea como un enfoque pedagógico innovador y adaptativo caracterizado por el uso de una lengua diferente de la L1 de los alumnos para impartir los contenidos no lingüísticos, pero no sólo por eso.

Así, algunos autores han reflexionado sobre los factores que caracterizan la metodología CLIL más allá de la sustitución de la lengua vehicular. Los más destacados se presentan a continuación:

  • Es una metodología centrada en el alumno: La metodología CLIL tiene que promover la implicación de los alumnos y tiene que promover aprendizajes auténticos inspirándose en situaciones y contextos cercanos a la realidad de los alumnos. Toma como punto de partida aspectos concretos para después generalizar. De esta forma se ayuda a los alumnos a la comprensión de los nuevos conceptos en una lengua diferente de su L1.
  • Es una metodología flexible: Al estar centrada en los alumnos necesita adaptarse a ellos, atendiendo a sus diferentes estilos de aprendizaje. Hay que tener presente, por lo tanto, que los alumnos no tienen porque ser expertos en la lengua vehicular y, por lo tanto, es fundamental adaptar los textos a sus competencias o promover otras estrategias para facilitar la comprensión del contenido y el contexto.
  • Fomenta un aprendizaje interactivo y autónomo: Interactivo en cuanto a la relación con el resto de alumnos. Autónomo porque como la metodología está centrada en el alumno, es este el que controla el proceso. Esta característica también se materializa a la evaluación, donde toman especial importancia herramientas como las rúbricas y las evaluaciones peer2peer.
  • Uso de múltiples recursos: Particularmente por el que hace el uso de las TIC, que ayudarán a aportar una rica variedad de recursos multimedia para enriquecer el proceso.
  • Orientada a tareas: La tarea será la unidad esencial de proceso, donde el alumno habrá realizar una serie de actividades para obtener el producto final propuesto en la tarea. Las tareas pueden ser de recepción, que implican acciones como recopilar, contrastar o analizar, y de producción, que implican expresarse e interactúar de forma escrita y/u oral. La dificultad de las tareas tiene que ser progresiva y estar ligado a la progresión de las destrezas de los alumnos.

En cuanto a los resultados obtenidos empleando esta metodología, varios estudios avalan la validez de CLIL en el aprendizaje de lenguas que, todo y la dificultad para establecer una serie de elementos estándares de medida para comparar experiencias CLIL entre varios territorios (dificultad que es todavía más notable si pensamos en las diferencias socioculturales hacia la lengua objeto de estudio que pueden variar en función de los países y/o las lenguas estudiadas), ponen de manifiesto que es precisamente en la producción oral donde más notables son los efectos del aprendizaje de lengua empleando este enfoque frente a la enseñanza tradicional.

Hay que señalar que la metodología CLIL también ha sido objeto de críticas. Algunos estudios indican que esta metodología puede provocado una reducción de la participación de los alumnos en la clase, aconteciendo el idioma en que se transmiten los contenidos un “obstáculo” añadido. Otro elemento crítico comentado al mismo estudio es el hecho que los profesores que tienen que llevar a cabo esta transmisión de contenidos en una lengua diferente de la L1 no sean nativos en la lengua de estudio y, en muchos casos, ni siquiera expertos. Esto puede provocar limitaciones en la calidad de la lengua expuesta, pero también en la calidad de los contenidos transmitidos, puesto que los docentes se ven limitados en cuanto a los recursos expositivos cuando emplean una lengua que no dominan.

En cualquier caso, la metodología CLIL supone una forma dinámica de aprender lenguas que integra en su concepción actual el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y, en cierto modo, está embebida en la enseñanza a distancia que toma como base Internet. Sin duda nos dirigimos  hacia un futuro educativo en un contexto plurilingüe.

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Conectivismo, un nuevo enfoque pedagógico

Recientemente un nuevo concepto está adquiriendo más y más popularidad entre los que nos dedicamos a la docencia, especialmente a los que nos dedicamos a la enseñanza online. Se trata del conectivismo. Pero en qué consiste el conectivismo? En la siguiente entrada se tratará de analizar algunas de las claves de este fenómeno.

El conectivismo supone un nuevo enfoque por las teorías del aprendizaje tradicionales que surge del impacto de la tecnología y la Sociedad de la Información a los procesos de enseñanza-aprendizaje. En ese sentido, pretende ser una actualización de las teorías conductivista, cognitivista y constructivista que permita explicar el aprendizaje en la Era Digital.

Conectivismo, ¿el aprendizaje del s. XXI?
Conectivismo, ¿el aprendizaje del s. XXI?

Originalmente propuesto por George Siemens y posteriormente ampliado por Stephen Downes, el conectivismo se construye sobre tres componentes fundamentales:

  • La teoría del caos: Esta teoría prescribe que los procesos muy complejos son difícil de predecir puesto que ligeros cambios en su estructura pueden provocar grandes cambios en el comportamiento a largo plazo. En ese sentido, acontece más importando la capacidad de adaptación a un entorno altamente cambiando que el hecho de poder parametrizar dicho entorno.
  • Importancia de las redes: Gracias a un mundo interconectado, el acceso al conocimiento es mucho más inmediato y está, en gran medida, condicionado por la facilidad con que el individuo estructura su acceso al mismo. En ese sentido, toma mucha relevancia la construcción de una red personal de aprendizaje (PLE).
  • Complejidad y autoorganización: Dentro de los sistemas formados por infinidad de interacciones de forma que son altamente complejos, poco predecibles y, por lo tanto, incontrolables también se generan sinergias y procesos de autocoordinación que permiten al sistema seguir funcionando.

Hay que señalar que, a pesar de que Siemens presenta el conectivismo como una teoría del aprendizaje, algunas voces críticas no acaban de aceptar esta clasificación. Por eso, y mientras no se presenten nuevos estudios que avalen la idea del conectivismo como teoría del aprendizaje, hay que ser cautos y darle únicamente el tratamiento de enfoque pedagógico.

Sea como fuere, tal y cómo afirma su autor, el “conectivismo está basado en la comprensión de que las decisiones se fundamentan en elementos cambiantes. Información nueva es continuamente adquirida y es vital saber distinguir lo que es importante de lo que no. También es crítico saber reconocer cuando las nuevas informaciones alteran la validez de las decisiones tomadas ayer”

En base a esta definición, Siemens propone una serie de principios que tienen que caracterizar la enseñanza en base al enfoque conectivista:

  • El aprendizaje y el conocimiento residen en la diversidad de opiniones. En ese sentido es importante presentar el todo para seleccionar el mejor enfoque.
  • El aprendizaje es un proceso de conexión de nodos. Recibe una gran importancia el proceso de creación de redes formadas por nodos que representan recursos especializados o fondos de información relacionados con los contenidos objeto de estudio.
  • El aprendizaje puede residir en elementos no humanos. Es decir, que puede residir fuera del individuo en la medida que este puede ser activado o facilitado gracias a la tecnología. Algunos autores, pero, consideran que para ser más precisos habría que hablar de información o conocimiento.
  • La capacidad de saber es más crítica que lo que realmente se sabe. La capacidad del individuo para buscar el conocimiento y nutrir su red se revela como muy importante.
  • Nutrir y mantener las conexiones es necesario para facilitar el aprendizaje continuo. El aprendizaje es un proceso continuo, no estados definitivos o un producto. Por lo tanto, es fundamental continuar nutriendo la red de conexiones y actualizando los nodos existentes.
  • La destreza para ver conexiones es fundamental. Esta destreza implica reconocer patrones y encontrar puntos de unión entre los campos, ideas y conceptos como parte fundamental de la evolución de la red de aprendizaje.
  • Un conocimiento actualizado es la meta de toda actividad de aprendizaje conectivista. En definitiva, el objetivo final del conectivismo es estar al día en un mundo que cambia constantemente.

De forma transversal a los principios enunciados, hay que señalar la importancia que adquiere en el enfoque conectivista la toma de decisiones. Así, los alumnos tienen que ser capaces de discernir qué aprender y de interpretar aquello que reciben a través de su red en un contexto de cambio constante. En palabras de su autor “Puede haber una respuesta correcta hoy que sea incorrecta mañana debido de a los cambios en la información que afecta a la decisión”.

Pero, ¿cuáles son las propiedades que definen una actividad de cariz conectivista? En este punto, es interesante hacer referencia a las propiedades enunciadas por Downes:

  • Diversidad: La diversidad ofrece a los alumnos la exposición a varias opiniones y perspectivas, sin obviar ninguna de ellas.
  • Autonomía: Los estudiantes tienen el control del proceso, puesto que son ellos los que deciden qué aprenden, los que establecen las conexiones entre los diferentes conceptos y determinan que es relevante por sus necesidades de aprendizaje.
  • Interactividad: Esto es, la conexión entre los estudiantes y los recursos de su red de aprendizaje, ya sean otras personas o información. Esta interactividad tiene lugar de forma continua y sin restricción.
  • Apertura: El en torno a aprendizaje no tiene límites. Esta propiedad es, en gran medida, facilitada gracias al uso de las nuevas tecnologías que permiten al estudiante acceder a información cada vuelta más diseminada a través de una red casi infinita.

Por lo tanto, es importante remarcar la importancia que tienen las tecnologías de la información y la comunicación, así como la Sociedad de la Información, en la definición y el contexto del conectivismo.

Sea como fuere, el conectivismo está ganando cada vez más y más adeptos y parece definirse como un enfoque pedagógico de gran repercusión en los procesos docentes actuales.  Pero, ¿está el conectivismo aquí para quedarse? ¿O es más bien una moda pasajera? De la respuesta a esta pregunta depende el futuro de la educación.

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